Compartir esta página!

X

Comparte esta página con tus amigos en las redes sociales:

Ballena azul Balaenoptera musculus

Pasar a

Las ballenas azules, los animales más grandes que jamás han existido en el planeta (superando incluso a los dinosaurios), inspiran temor y maravilla por todos los récords que baten:  La longitud de ballena azul más grande jamás registrada alcanzó 33 m; el tamaño del corazón de una ballena azul equivale aproximadamente al tamaño de un pequeño automóvil; un niño podría gatear a través de las arterias de una ballena azul; y las ballenas azules producen el sonido más potente sobre la tierra - incluso cuando su frecuencia es demasiado baja para que puedan escucharla los seres humanos.  Hay al menos cinco subespecies reconocidas de ballena azul presentes en diferentes cuencas oceánicas. Son las siguientes:

  • B. m. musculus, ballena azul del norte
  • B. m. intermedia, ballena azul antártica
  • B. m. indica, ballena azul del Océano Índico septentrional, la
  • B. m. brevicauda, ballena azul pigmea
  • B. m. subsp. sin nombre, ballena azul chilena.

Las ballenas azules pigmeas son más pequeñas y su presencia está restringida en general al hemisferio sur, incluido el Océano Índico. Las ballenas azules "auténticas" se refieren a las subespecies más grandes musculus, intermedia e indica. Las ballenas azules del Antártico (intermedia) son las más grandes de la especie, pero sus poblaciones se encuentran gravemente agotadas después de décadas de práctica de caza de la ballena.  Las ballenas azules se encuentran normalmente en alta mar y en general se conoce poco acerca de sus migraciones estacionales, así como de su reproducción y alimentación.  No obstante, hay algunos lugares donde es posible avistarlas con cierta regularidad durante las excursiones de observación de ballenas, tales como el Golfo de California en México, el Golfo de San Lorenzo en Canadá, la costa californiana de los Estados Unidos de América, y Sri Lanka.

Volver al comienzo ↑

No deben confundirse con

Las ballenas azules tienen el cuerpo de forma más esbelta y elegante que la de otros rorcuales, como las ballenas de Bryde y sei y los rorcuales comunes.  Sin embargo, su gran tamaño y la coloración azul moteada única debería hacerlos fácilmente distinguibles de cualquier otra especie. 

DISTRIBUCIÓN

Las ballenas azules se encuentran en todos los océanos del mundo excepto el Ártico1,2 . Están también ausentes en algunos mares regionales, como los mares Mediterráneo, de Ojotsk y de Bering. Casi nunca se les ve frente a las costas orientales de América del Sur o de Australia.  Pese a su amplia distribución no es frecuente encontrar ballenas azules, debido en parte a su reducido número, y en parte porque generalmente se encuentran en aguas de alta mar, conociéndose solo pocas zonas costeras de cría y alimentación. 

Nativa de los siguientes países**: Angola; Argentina; Australia; Bahamas; Bangladesh; Benin; Bermuda; Brasil; Cabo Verde; Camerún; Canadá; Chile; China; Colombia; Comoras; Costa Rica; Côte d'Ivoire; Djibouti; Ecuador; El Salvador; Eritrea; España; Estados Unidos de América; Federación de Rusia; Filipinas; Francia; Gabón; Ghana; Gibraltar; Granada; Grecia; Groenlandia; Guatemala; Guinea Ecuatorial; India; Indonesia; Irán (República Islámica del); Iraq; Irlanda; Islandia; Islas Cocos (Keeling); Islas Cook; Islas Feroe; Islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur; Islas Malvinas (Falkland); Islas Marianas Septentrionales; Islas Marshall; Japon; Kenya; Madagascar; Malasia; Maldivas; Marruecos; Mauricio; Mauritania; México; Mozambique; Myanmar; Namibia; Nicaragua; Nigeria; Noruega; Nueva Caledonia; Nueva Zelandia; Omán; Pakistán; Palau; Panamá; Perú; Pitcairn; Portugal; Reino Unido; Reunión; Sahara occidental; San Pedro y Miquelón; Santa Elena, Ascensión y Tristán da Cunha (Tristán da Cunha); Santo Tomé y Príncipe; Senegal; Seychelles; Somalia; Sri Lanka; Sudáfrica; Tailandia; Taiwán (Provincia de China); Tanzanía (República Unida de); Territorios Australes Franceses; Timor-Leste; Togo; Uruguay; Yemen

 

Migración:

A diferencia de los desplazamientos estacionales bien documentados y previsibles de las ballenas jorobadas, no se comprenden bien los patrones de migración de las ballenas azules y pueden diferir mucho de una población a otra. Algunas poblaciones parecen residir durante todo el año en hábitats donde hay una alta productividad continua, mientras que otras emprenden largas migraciones entre las zonas de reproducción tropicales y las zonas de alimentación en latitudes elevadas. 

Volver al comienzo ↑

BIOLOGÍA y ECOLOGÍA

Alimentación

En toda su área de distribución, las ballenas azules se alimentan principalmente de pequeños crustáceos símiles a los camarones, llamados krill. Si bien las especies de kril pueden variar de una cuenca oceánica a otra, la forma de alimentarse de las ballenas es siempre la misma:  normalmente la alimentación por embestida, practicada atravesando grandes bandadas de sus presas, bien sea entrando en ellas directamente de abajo arriba con la boca abierta y los pliegues de la garganta desplegados, o bien nadando lateralmente con la boca abierta.  De este modo, las ballenas azules pueden engullir hasta más de 100 toneladas de agua y krill, luego, cerrando la boca y contrayendo los pliegues de la garganta, fuerzan el agua fuera de sus bocas a través de sus láminas de barbas, para escurrir el krill. 

Estructura social, reproducción y crecimiento

Se sabe muy poco acerca del apareamiento y parto de la ballena azul, no obstante se conozcan varios lugares de cría, por ejemplo en el Golfo de California.  Las crías de ballena azul nacen generalmente en invierno después de un período de 10-12 meses de gestación, y permanecen con sus madres durante 8 meses aproximadamente, período en el que pueden duplicar su tamaño, ganando hasta 90 kg por día alimentándose con la rica leche de la madre (la consistencia de la leche de ballena se acerca más bien a la del requesón, con un 30-40% de contenido de grasa).  Las ballenas azules suelen verse generalmente solas o en parejas, y no forman grandes agregaciones de apareamiento como sucede con otras especies, pero pueden reunirse en grupos numerosos en los lugares donde se dispone de posibilidades de una buena alimentación.  Dada su distribución dispersa en los océanos del mundo, las ballenas azules utilizan sus potentes vocalizaciones para comunicarse entre ellas a través de largas distancias.  Las llamadas de las ballenas azules son generalmente infrasónicas (17-20 Hz), y de tono demasiado bajo para que los seres humanos puedan escucharlas, pero a 188 decibelios, son uno de los sonidos más potentes y más bajos producidos por un animal1.

Volver al comienzo ↑

Investigación, amenazas y estado de conservación

Los distintos ejemplares de ballena azul pueden reconocerse por los patrones de moteado en sus flancos o lados.  Los investigadores elaboran catálogos de ejemplares de ballenas, como los de la Bahía de Loreto (México), que han sido supervisados durante más de 25 años3, y sirven también para generar estimaciones de poblaciones como se ha hecho en relación con las ballenas azules en aguas situadas frente a las costas de California4 y Chile.  Las ballenas azules son también objeto de estudio mediante la aplicación de dispositivos satelitales para seguir sus desplazamientos a lo largo del tiempo y determinar las áreas que son importantes para ellas. Este enfoque ha permitido identificar una superposición de los hábitat de la ballena azul y las rutas marítimas en aguas situadas frente a las costas de California5,6.

Depredadores naturales

El único depredador natural conocido de las ballenas azules es la orca7. En un documental de National Geographic de 1978 se mostró un episodio de caza y depredación de una cría de ballena azul, pero estos casos son raros: generalmente las ballenas azules pueden  nadar más velozmente que las orcas y escapar de cualquier peligro.

Amenazas de origen humano

Si bien el enredo accidental en las artes de pesca representa la amenaza más grave para la mayor parte de las otras especies de ballenas y delfines, las ballenas azules, gracias a su gran tamaño y fuerza pueden liberarse de las artes de pesca más fácilmente que otras especies.  Son raros los informes de enredos letales para esta especie, aunque el 12% de las ballenas azules encontradas en aguas del Canadá oriental muestran cicatrices compatibles con la interacción con las artes de pesca1. Se considera que las colisiones con barcos representan un riesgo mayor para las ballenas azules, especialmente en las zonas donde su hábitat se superpone con las rutas de transporte marítimo, como sucede en aguas situadas frente a las costas de California y Sri Lanka5,6,8,9.  La explotación comercial de krill y el cambio climático que afecta a la distribución de krill en diversas cuencas oceánicas podría perjudicar también a las ballenas azules10.

Estado de conservación

Debido al elevado rendimiento en aceite que se obtenía de una sola ballena azul, era muy apreciada por los balleneros, pero hasta la aparición de los arpones mecanizados y los buques factoría que eran lo suficientemente rápidos y grandes como para darles la caza y someterlas a elaboración, las ballenas azules habían sido relativamente inaccesible.    El mayor número de ballenas azules se extrajo en la primera mitad del siglo XX, con la eliminación de casi 30.000 ballenas en la temporada 1930-31 solamente.   Se mataron más de 300.000 ballenas azules en el hemisferio sur solamente, y otras 20.000 en el Atlántico norte y el Pacífico norte juntos.

Las ballenas azules han gozado de la protección de la CBI contra la caza desde 1966, y actualmente algunas poblaciones parecen estar recuperándose a ritmos de hasta el 7% al año11.  Pero, al parecer, muchas poblaciones siguen siendo todavía reducidas, y otras son difíciles de estudiar, debido a su distribución dispersa en aguas de alta mar.  A escala mundial, la especie está clasificada como "en peligro" en la Lista Roja de la UICN y en el Apéndice 1 de la Convención sobre las Especies Migratorias de la CMS.  La subespecie Antártica está clasificada como "en peligro crítico", debido a que la población estimada actual es todavía inferior al 1% de su tamaño original anterior a la caza de ballenas12. Las ballenas azules pigmeas están consideradas como de "datos insuficientes" en la Lista Roja de la UICN, y las ballenas azules del Océano Índico septentrional no se han evaluado por separado, pero muy probablemente se considerarían también como de "datos insuficientes".

Volver al comienzo ↑

Ballenas azules y la observación de ballenas

Las ballenas azules, cuando es posible encontrarlas, ofrecen un espectáculo impresionante. Su gran tamaño y gracia impresionan a los espectadores, aun cuando no salten ni se exhiban en las formas típicas de las ballenas jorobadas o las ballenas francas. No son a menudo el objetivo principal de la observación de ballenas y, como tales, pocos estudios se han centrado en los posibles efectos de la observación de ballenas en esta especie.  Sin embargo, los investigadores en la Bahía de Loreto (México) han trabajado en estrecha colaboración con las autoridades del parque nacional y los operadores turísticos de observación de ballenas para promover y emprender la observación "pasiva" de ballenas desde embarcaciones, un método en el que las embarcaciones se mantienen a una distancia de por lo menos 100 m de las ballenas y apagan sus motores mientras las observan.  Se ha demostrado que este método afecta en menor medida al comportamiento de las ballenas y puede favorecer observaciones más prolongadas y gratificantes de las ballenas.  Puede obtenerse mayor información consultando el estudio de caso sobre la Bahía de Loreto clicando aquí.

Volver al comienzo ↑

Referencias

Mostrar/Ocultar referencias
  1. Sears, R. & Perrin, W. F. in Encyclopedia of Marine Mammals   (eds W. Perrin, B. Wursig, & J.G.M. Thewissen)  121-124 (Elsevier, 2009).
  2. Branch, T. A. et al. Past and present distribution, densities and movements of blue whales Balaenoptera musculus in the Southern Hemisphere and northern Indian Ocean. Mammal Review 37, 116-175 (2007).
  3. Gendron, D. Population Ecology of the Blue Whales, Balaenoptera musculus, of the Baja California Peninsula PhD thesis, (2002).
  4. Calambokidis, J. & Barlow, J. Abundance of blue and humpback whales in the Eastern North Pacific estimated by capture-recpature and line-transect methods. Marine Mammal Science 20, 63-85, doi:10.1111/j.1748-7692.2004.tb01141.x (2004).
  5. Redfern, J. et al. Assessing the Risk of Ships Striking Large Whales in Marine Spatial Planning. Conservation Biology 27, 292-302 (2013).
  6. Redfern, J. V. et al. Predicting cetacean distributions in data-poor marine ecosystems. Diversity and Distributions, n/a-n/a, doi:10.1111/ddi.12537 (2017).
  7. Jefferson, T. A., Webber, M. A. & Pitman, R. L. Marine Mammals of the World: a Comprehensive Guide to their Identification. Second Edition.  (San Diego: Academic Press, 2015).
  8. de Vos, A., Brownell, R., Tershy, B. & Croll, D. Anthropogenic Threats and Conservation Needs of Blue Whales, Balaenoptera musculus indica, around Sri Lanka. Journal of Marine Biology 2016 (2016).
  9. McKenna, M. F., Calambokidis, J., Oleson, E. M., Laist, D. W. & Goldbogen, J. A. Simultaneous tracking of blue whales and large ships demonstrates limited behavioral responses for avoiding collision. Endangered Species Research 27, 219-232 (2015).
  10. Thomas, P. O., Reeves, R. R. & Brownell, R. L. Status of the world's baleen whales. Marine Mammal Science, doi:10.1111/mms.12281 (2015).
  11. Branch, T. A., Matsuoka, K. & Miyashita, T. Evidence for increases in Antarctic blue whales based on Bayesian modelling Marine Mammal Science 20, 726-754, doi:10.1111/j.1748-7692.2004.tb01190.x (2004).
  12. Branch, T. A., Matsuoka, K. & Miyashita, T. Evidence for increases in Antarctic blue whales based on Bayesian modelling. Marine Mammal Science 20, 726-754 (2004). 

Volver al comienzo ↑

Compartir esta página!

X

Comparte esta página con tus amigos en las redes sociales: