Portugal (Continental y archipiélagos de las Azores y de Madeira)

Hay tres diferentes areas, bajo la jurisdicción portuguesa, donde se puede disfrutar de la observación de ballenas y delfines.  En estas áreas se incluyen las aguas situadas frente a las costas de Portugal continental y de las islas de los archipiélagos de Madeira y Azores.  Las oportunidades de observación de ballenas frente a las costas de la península se centran principalmente en los delfines mulares, pero se observan también otras especie.  Las Azores son actualmente uno de los lugares más extensos del mundo donde se puede observar la presencia de cetáceos.  Según los informes, se alberga a más de 25 diferentes especies de cetáceos en las aguas de las Azores, y el archipiélago es uno de los pocos lugares del mundo donde pueden verse cachalotes de forma fiable durante todo el año.  Madeira alberga también poblaciones residentes de calderones de aleta corta y delfines mulares que se pueden observar durante todo el año, y ofrece oportunidades para ver otras especies raras de buceo profundo, como los zifios de Cuvier.  

Especies objetivo, períodos del año de máxima afluencia y lugares de observación:

Portugal continental

La presencia de una población de delfines mulares residente en el estuario del Sado (a unos 40 km al sur de Lisboa) originó el desarrollo de una actividad floreciente de observación de delfines durante todo el año en la zona.  En los últimos años esta actividad se ha extendido hasta el sur de la región de Algarve donde se pueden observar más regularmente delfines mulares y delfines comunes, pero pueden verse también delfines listados y delfines de Risso, ballenas Minke y rorcuales comunes.  Las orcas son visitantes habituales en el verano cuando migran hacia el Mediterráneo para alimentarse de atunes en torno al Estrecho de Gibraltar.  Entre las otras especies que pueden verse a lo largo de la costa continental portuguesa cabe incluir la marsopa, y el calderón y con menor frecuencia la ballena jorobada.  Algunos otros puertos situados en la costa occidental más expuesta al viento (como Cascais, Nazaré y Peniche) ofrecen también excursiones para la observación de delfines.  Mientras en la mayoría de los lugares pueden verse delfines mulares durante todo el año, el período de máxima actividad de observación se alcanza durante los meses de verano, principalmente de junio a septiembre.

[1] Nota: En los países hispanohablantes la expresión "whale watching" se traduce como "observación de ballenas" o como "avistamiento de ballenas". En el presente documento se utilizará "observación de ballenas" para mantener la coherencia con el uso en la CBI.

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Azores

Las Azores son famosas por las oportunidades que ofrecen para observar cachalotes, que son residentes durante todo el año, aunque durante los meses de verano son más abundantes y se tienen mayores oportunidades de verlos.  Entre abril y junio, el rorcual común y las ballenas azul y sei migran pasando por las Azores.  Ocasionalmente pueden avistarse también ballenas Minke y jorobadas, aunque no son tan comunes como las otras tres especies de ballenas barbadas.  El verano es la temporada mejor para ver (y nadar con) delfines (communes, mulares y de Risso), ya que en esta época del año hay más especies de delfines en la zona y se observa la presencia de grandes grupos con crías.

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Madeira

La observación de ballenas y delfines en Madeira puede realizarse durante todo el año, gracias a las poblaciones residentes de cetáceos y las buenas condiciones del mar.  No obstante, la temporada mejor para la observación de ballenas suele ser de la primavera al otoño.  Los delfines mulares y los calderones de aleta corta son residentes y se avistan regularmente cachalotes y delfines listados a lo largo de todo el año.  Sin embargo, los delfines comunes se avistan mayormente en invierno y primavera, y se observan delfines manchados del Atlántico y ballenas de Bryde de la primavera al otoño.  Los cetáceos como la ballena de Cuvier y el zifio de Blainville registran también una presencia regular en estas aguas, aunque su comportamiento tímido hace que sean difíciles de detectar.  Pueden verse también especies como el rorcual común y la ballena sei, la primera principalmente en invierno y primavera, y la segunda durante el verano.  Se observan más raramente otras especies, como la ballena azul, la ballena jorobada, la ballena Minke, los delfines de Risso, las orcas y orcas falsas, y también especies más tropicales como el delfín de dientes rugosos.

Los altos acantilados de la isla de Madeira permiten a las empresas de observación de ballenas utilizar observadores, llamados "vigias", estacionados en altos miradores para descubrir la presencia de cetáceos y guiar a las embarcaciones de observación de ballenas hacia los animales, en forma muy parecida a cuanto lo hacían los "vigias" en Madeira a mediados del siglo XX?? cuando se practicaba la caza de ballenas.  Esta modalidad contribuye a aumentar la ya elevada frecuencia de avistamientos de cetáceos por los operadores de observación de ballenas.

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Reglamentos y directrices

Portugal continental)

Todas las especies de cetáceos presentes en el territorio continental de Portugal están protegidas por la legislación nacional (Decreto de ley Nº 263/1981 de 3 de septiembre) así como por la normativa europea (Directiva Hábitats) y los convenios y acuerdos internacionales (Berna, Bonn, CITES, ACCOBAMS).  La legislación sobre la observación de ballenas, que regula la actividad en el territorio continental de Portugal, fue publicada en enero de 2006 (Decreto de ley Nº 9/2006 de 6 de enero).  Establece un plan de licencias y un código de conducta para las actividades de observación de ballenas, que debe ser aplicado por todas las embarcaciones (tanto las embarcaciones de las compañías de observación de ballenas como las de recreo) en las proximidades de los cetáceos.  La legislación prohíbe nadar con los cetáceos y establece las distancias mínimas y los tiempos máximos de observación que deben respetarse al acercarse a los cetáceos y al observarlos.  Se ofrecen más detalles clicando aquí.

Azores

Las prácticas y normas de observación de las ballenas en las Azores miran a lograr un equilibrio entre el apoyo a las actividades económicas relacionadas con los cetáceos (observación de ballenas) y el bienestar y la conservación de los animales.  Las actividades de observación de ballenas requieren una reglamentación estricta que incluya un código de conducta obligatorio y número limitado de embarcaciones con licencia.  El proceso de concesión de licencias y los límites del número de operadores por área contribuyen a promover la calidad de la experiencia de los turistas.

La observación de ballenas en las Azores está regulada por la legislación específica siguiente:

• Decreto Legislativo Regional Nº 9/99/A de 22 de marzo, modificado por el Decreto Legislativo Regional Nº A/10/2003 de 22 de marzo de 2002, y enmendado por el decreto jurídico regional Nº 13/2004/A de 23 de marzo.
• Se han establecido además normas específicas mediante las siguientes ordenanzas: Nº 5/2004 de 29 de enero, Nº 49/2004 de 24 de junio, Nº 70/2005 de 8 de septiembre, Nº 17 de 29 de marzo de 2007, Nº 47/2011 de 24 de junio, Nº 64/2012 de 19 de junio de 2012, Nº 14/2015 de 6 de febrero.

Por razones de seguridad y para proteger el bienestar de los cetáceos, en las Azores está prohibido el nado con ballenas.  Se expiden autorizaciones excepcionales para los trabajos audiovisuales profesionales con cetáceos en el agua.  El nado con delfines está permitido, pero reglamentado.  Actualmente está en curso una nueva enmienda al diploma de observación de cetáceos para modificar y reforzar la ley actual, sobre la base de una perspectiva de gestión dinámica.  Entre los cambios introducidos en la legislación actual se señalan los siguientes: cambios en el proceso de concesión de licencias y la mejora de la reglamentación sobre el nado con delfines.  Pueden consultarse más detalles sobre los reglamentos aplicados en las Azores clicando aquí.

Madeira

Los reglamentos de Madeira se rigen también por el deseo de encontrar un equilibrio entre la conservación de la fauna marina y el ecosistema marino y la calidad de las actividades turísticas en el mar.  En el Decreto Legislativo Regional Nº 15/2013/M de 14 de mayo se establecen las normas que regulan la observación de vertebrados marinos en el archipiélago de Madeira, tales como cetáceos, tortugas, aves marinas y focas monje.  Mediante la Ordenanza Nº 46/2014 de 22 de abril de 1991, modificada por la Ordenanza Nº 13/2015 de 14 de enero se establecen los límites máximos para las embarcaciones de observación de ballenas que operan desde los puertos locales.

Los reglamentos comprenden un sistema de licencias y limitan el número de embarcaciones que operan en el archipiélago.  Para el bienestar de los animales y la seguridad de los turistas, en Madeira no se permite la natación libre con los cetáceos.  No obstante, pueden observarse delfines comunes y delfines manchados bajo el agua, siempre que los nadadores se mantengan enlazados a la embarcación por una cuerda.  Contienen también otras normas que establecen las distancias mínimas de acercamiento (50 m), el tiempo máximo que puede transcurrirse con los animales por embarcación (10 min) y, si hay varias embarcaciones presentes con el mismo grupo de cetáceos, todas las embarcaciones deben alejarse de ellos después de un tiempo máximo de 40 minutos.  Después de este tiempo, ninguna embarcación deberá acercarse de nuevo al grupo durante 2 horas.  Cada embarcación podrá efectuar tres viajes como máximo por día.

La observación de ballenas en Madeira se realiza con arreglo a una gestión adaptativa, y se espera que el número de licencias pueda revisarse periódicamente, con el fin de reflejar los conocimientos científicos acerca de la abundancia, la distribución y los efectos producidos por la actividad de observación en los animales.  Se aplican también vedas espacio-temporales para proteger a los animales, incluida la creación de una zona de exclusión de la observación de ballenas en la parte oriental/nororiental de la isla de Madeira, teniendo en cuenta los estudios científicos que han determinado esta área como un área importante para el parto, la alimentación, el descanso y la socialización de las principales especies de cetáceos presentes en el archipiélago.

En 2016 el Gobierno Regional de Madeira aprobó la Resolución Nº 699/2016, que propone una zona especial de conservación (ZEC) de 6.820 km² para los cetáceos, que abarquen las aguas costeras del archipiélago de Madeira.  Las actividades y los reglamentos de observación de ballenas se integrarán en el plan de gestión de la ZEC.  Se espera que el seguimiento científico periódico de las poblaciones de cetáceos y de los efectos de las actividades humanas sirva para mantener informados a los gestores y permita preparar medidas para reducir al mínimo los efectos perjudiciales y contribuya a la conservación y el uso sostenible y respetuoso de los cetáceos y del medio marino.

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La investigacion sobre la observación de ballenas en Portugal

El Proyecto Mistic Seas de la Macaronesia tiene por objeto definir y aplicar metodologías para responder al descriptor de la biodiversidad de la Directiva marco sobre estrategia marina (MSFD) de la UE, relativa a los cetáceos como grupo funcional protegido y amenazado.  Ofrece también la creación de material de difusión para la divulgación y la realización de cursos estructurados para formar "vigias", con el fin de seguir de cerca las actividades de observación de ballenas.

Las investigaciones sobre el nado con delfines en las Azores se tradujeron en recomendaciones de que los nadadores estén mejor guiados durante sus encuentros con los delfines en el agua¹.  En otras investigaciones se examinaron las repercusiones socioeconómicas de la observación de ballenas en las Azores y las formas en que las comunidades locales/indígenas puedan beneficiarse de la actividad^2,3.  En otros estudios se examinaron los efectos a corto plazo de las embarcaciones de observación de ballenas en los cachalotes⁴ y delfines de Risso⁵ y las maneras de mejorar la sostenibilidad y la satisfacción de los clientes de la observación de ballenas en las Azores⁶. 

En un estudio del comportamiento acústico de los delfines mulares realizado en el estuario del Sado, en Portugal continental, se observó que los delfines podían modificar sus vocalizaciones en presencia del tráfico de embarcaciones⁷.

Todos estos estudios se han utilizado para informar a los gestores y adaptar consecuentemente los reglamentos.

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