Su empresa y la comunidad local

No es raro encontrar comunidades en las que quizás solo los pescadores sabían que había ballenas y delfines en sus aguas costeras hasta que no se inició la industria de observación de ballenas.  A medida que la observación de ballenas y servicios turísticos conexos empiezan a generar ingresos y empleo para la comunidad, los operadores de la observación de ballenas pueden transformarse en iconos locales, incluso en "celebridades" – proveedores de riqueza para todos. Al mismo tiempo, gracias a una nueva sensibilización y un sentido de "propia responsabilidad", los miembros de la comunidad pueden convertirse en defensores de las ballenas y delfines, sobre los cuales se basa su economía, y en protectores de su hábitat.

Para que las comunidades locales se conviertan en verdaderos defensores, deberán ver y experimentar realmente los beneficios del turismo de observación de ballenas puesta ya en marcha.  Si bien el éxito de la industria de observación de ballenas puede traer prosperidad y bienestar a una comunidad, puede también suscitar celos, competencia o incomprensiones.  Como en cualquier relación de larga duración, los operadores deben procurar alimentar y mantener una buena reputación en su comunidad local, y velar por que las relaciones con las partes interesadas locales sean mutuamente beneficiosas.  El hecho de mantener relaciones positivas con las autoridades encargadas de la reglamentación o del turismo, con los hoteles y las estaciones balnearias, las comunidades pesqueras, las agencias de turismo y ayuntamientos o grupos empresariales (incluidos otros operadores de observación de ballenas!) puede asegurar el beneficio de su apoyo a la actividad comercial del operador cuando es necesario, y contribuir a una actitud general positiva en favor de las ballenas, sus necesidades de conservación, y a los posibles beneficios que pueden aportar. 

Hay muchas maneras de fomentar las relaciones positivas, y estas varían de una cultura y un contexto a otro.  De hecho, pueden encontrarse diversos ejemplos en la experiencia de las comunidades de observación de ballenas en todo el mundo1. Los operadores pueden:

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  • Contratar mano de obra de la comunidad local:  tratar de asegurar que se haga publicidad de toda oportunidad de trabajo remunerado que pueda ofrecerse (p. ej. conductores de barcos, guías, personal de las oficinas de reserva) para los miembros de la comunidad local antes de buscar fuera de ella.  Si no se pueden encontrar en la comunidad local las capacidades que se buscan, considerar la posibilidad de invertir en capacitación y creación de capacidad para la población local (p. ej. cursos de conducción de botes, cursos de idiomas, preparación de guías) en lugar de importar las capacidades del exterior.  Si la realización de estas actividades resulta demasiado costosa de emprender por cuenta propia, considerar la posibilidad de colaborar con otros operadores para organizar la creación de capacidad para un grupo objetivo más amplio, a fin de crear una reserva de capacidades locales a la que todos los operadores puedan recurrir. Como alternativa, contactar a las autoridades locales y los grupos empresariales para determinar si se puede obtener financiación a través del desarrollo empresarial o mediante planes de capacitación.  Estos enfoques fueron particularmente eficaces en promover el orgullo local y oportunidades de empleo en Kaikoura (Nueva Zelandia).
  • Participar en un grupo de gestión de múltiples partes interesadas:  en muchas áreas de observación de ballenas se han establecido grupos de gestión participativa integrados por las comunidades locales y/o las autoridades del parque, los operadores de la observación de ballenas, las asociaciones pesqueras, las juntas de turismo, los representantes de la comunidad, los investigadores y las ONG.  La colaboración entre todas estas partes puede contribuir a asegurar que se tengan en cuenta las preocupaciones de cada una de las partes interesadas según se va desarrollando la industria.  Este puede ser el contexto en el que los pescadores pueden expresar la preocupación de que la observación de ballenas pueda interferir con sus actividades o, al contrario, en el que los operadores de la observación de ballenas sugieran que las redes de pesca, trampas y líneas desatendidas representan un peligro para la navegación durante las excursiones.  Abordar estas cuestiones en un órgano consultivo guiado por un mandato claro y en el que se aplican las normas básicas a los debates y la resolución de conflictos puede ser más eficaz que el compromiso directo entre dos partes con intereses potencialmente en conflicto.  Este tipo de gestión de múltiples partes interesadas se ha utilizado en la República Dominicana y la Bahía de Loreto (México).
  • Organizar actividades de sensibilización para la comunidad local:  tales como conferencias o veladas informativas en las que los miembros del público pueden aprender acerca de las ballenas o los delfines en sus costas y estimulando su inspiración con fotografías, vídeos y relatos de operadores y guías.  Algunos operadores organizan festivales de ballenas en la comunidad local con kioscos de información y actividades divertidas para los niños y otras comunidades. Considérese la posibilidad de colaborar con las ONG que se ocupan del medio ambiente y de aprovechar su experiencia.
  • Organizar en la comunidad acontecimientos en beneficio de las ballenas:  pueden incluirse como ejemplos la limpieza de playas, campañas de reciclaje, u otros acontecimientos en los que participen miembros de la comunidad local y las ONG, así como turistas.
  • Ofrecer (en la temporada baja) excursiones gratuitas o con descuento: para los niños de las escuelas o los proveedores de servicios públicos en la comunidad.  Como los operadores saben mejor que nadie, un encuentro en el agua con ballenas y delfines puede lograr maravillas en cuanto a motivar y alentar a las personas a participar en los esfuerzos para protegerlos.  El hecho de invitar a los miembros de la comunidad a venir y compartir la experiencia puede ayudarles a comprender a qué se debe toda esa emoción, y desempeñar una función más activa en las medidas de protección del medio ambiente.
  • Establecer un fondo local de becas al que puedan contribuir los huéspedes, para ayudar a enviar estudiantes fuera a estudiar biología marina/conservación, o empezar a colaborar con organizaciones benéficas medioambientales para recaudar fondos destinados a actividades formativas y de conservación.
  • Colaborar con las tiendas/pubs/restaurantes del lugar para eliminar gradualmente el uso de bolsas y pajitas de plástico en su comunidad y para promover otras prácticas respetuosas del medio ambiente (reciclaje, etc).
  • Colaborar con las instituciones científicas con el fin de establecer un plan para recoger datos sistemáticos a bordo y/o proporcionar gratuitamente o a bajo costo espacios para transformar las naves en "plataformas de oportunidad" para la investigación.

En un capítulo escrito por McIntosh et al., 20141 se proporciona una excelente y detallada visión, marco, y ejemplos de las formas en que los operadores pueden abordar todas estas consideraciones.

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Referencias

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  1. McIntosh, N., K. Maly, and J. Kittinger, Integrating traditional ecological knowledge and community engagement in marine mammal protected areas, in Whale-watching: Sustainable tourism and ecological management, J. Higham, L. Bejder, and R. Williams, Editors. 2014, Cambridge University Press: Cambridge, United Kingdom. p. 163-174.

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