La investigación ha mostrado que la inclusión de un elemento educativo estructurado en las excursiones turísticas de observación de ballenas puede constituir una especie de seguro que les permita satisfacer las expectativas de los turistas y asegurarse de que vivan una experiencia agradable y enriquecedora, aun cuando no se observen ballenas o delfines, o los animales que se observen estén distantes y/o no participen en ningún comportamiento espectacular1. Los turistas aprecian y desean recibir una buena educación ambiental durante sus excursiones2.
Cuando en la excursión de observación de ballenas se incluye un elemento educativo, adquiere el potencial de ser la primera y más importante fuente de información turística acerca de las ballenas y los delfines9. Si además está estructurado adecuadamente y se complementa con reiteradas experiencias de observación de ballenas y la comunicación después de la excursión, puede cambiar de hecho las perspectivas de los turistas y su disponibilidad para participar en las actividades de conservación6,8,10. La investigación muestra que los turistas aprecian los programas educativos estructurados o la "explicación" en sus excursiones, y los echan en falta cuando no se les ofrecen2.
Las embarcaciones de las excursiones marinas varían desde canoas de madera de cuatro pasajeros en Bali a naves de 400 pasajeros dedicadas a la observación de ballenas en la costa oriental de los EE.UU.4. En cuanto tal, no hay un único patrón válido para todos los posibles enfoques de la forma de impartir los componentes educativos de las excursiones de observación responsable de ballenas. En algunos casos puede ser un comentario muy personal e informal de parte del conductor del barco, que también podrá actuar de intérprete/guía en un pequeño barco de cubierta abierta con pocos turistas. En las excursiones con barcos más grandes que transportan un mayor número de turistas se podrán utilizar vídeos o presentaciones multimediales en pantallas, hacer comentarios utilizando sistemas de altavoces, o emplear varias guías que se desplacen por el buque captando el interés de los turistas. Hay, sin embargo, algunos elementos fundamentales que representan los aspectos característicos de todo programa educativo eficaz de observación de ballenas. Tales elementos pueden resumirse tal vez mejor en el enfoque en cinco fases elaborado y presentado por Johnson y McInnes en 20147. Este enfoque se basa en un modelo presentado por primera vez por Forestell y Kaufman en 199011,12 (modificado posteriormente por Orams13), utilizando principios de la teoría del aprendizaje y la práctica pedagógica. Se basa también en datos de investigación que muestran que los pasajeros hacen diferentes tipos de preguntas y son receptivos a diferentes tipos de información, ya que su forma de pensar cambia durante las distintas fases de una excursión14: