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Ballena gris Eschricthtius robustus

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Algunas de las primeras excursiones de observación o avistamiento* de ballenas jamás ofrecidas se dedicaron a las ballenas grises a lo largo de la costa meridional de California.  Presente cerca de la costa, y mostrándose a menudo curiosa alrededor de las embarcaciones, esta especie goza de la simpatía de los observadores de ballenas en toda la costa occidental de Canadá, Estados Unidos y México.  Aquí, en la parte oriental de su área de distribución, la especie parece haberse recuperado gracias a las disposiciones de protección contra la caza de ballenas.  No obstante, la subpoblación de la ballena gris occidental que se alimenta cerca de la Isla de Sakhalin y la Península de Kamchatka de Rusia, en el Pacífico oriental, es una de las poblaciones balleneras más pequeñas del mundo. 

* Nota: En los países hispanohablantes la expresión "whale watching" se traduce como "observación de ballenas" o como "avistamiento de ballenas". En el presente documento se utilizará "observación de ballenas" para mantener la coherencia con el uso en la CBI.

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No debe confundirse con

Las ballenas grises, cuando se les ve claramente, se distinguen fácilmente de la mayor parte de las demás especies de ballenas por su singular coloración moteada, giba dorsal y cresta dorsal de nudillos a continuación de la giba.  Comparten el hábitat con las ballenas jorobadas y a veces con los cachalotes, que pueden presentar igualmente pequeñas aletas dorsales como gibas, pero el color de esas ballenas es mucho más oscuro y más uniforme, y sin las manchas y el moteado típicos de las ballenas grises.  Las ballenas francas del Pacífico norte son sumamente raras, pero ocasionalmente suelen aparecer en las mismas áreas que las ballenas grises.  

Distribución 

Las ballenas grises se encuentran en las aguas costeras del Pacífico norte.  Se observan en mayor número a lo largo de la costa occidental de Canadá, Estados Unidos y México, pero cada año se ven también en número reducido en las aguas cercanas a la costa oriental de Rusia y Japón.


Nativa o estacionalmente presente en los siguientes países: Canadá; China; ; Japón; Corea, República Popular Democrática de;  República de Corea; México; Federación de Rusia; Estados Unidos;

Migration

Al igual que la mayoría de las ballenas barbadas, las ballenas grises emprenden migraciones estacionales de las zonas de alimentación de verano y otoño a las zonas de invernación de las latitudes meridionales.  En el Pacífico oriental, la mayoría de las ballenas grises se alimentan en los mares de Bering y Chukchi, así como en las costas del Pacífico norte de Canadá y Estados Unidos.  Estas ballenas dan a luz y se aparean en aguas situadas frente a las costas central y meridional de California, a lo largo de la península de Baja California y en el Golfo de California.  Su recorrido de migración anual se ha caracterizado como el más largo registrado de cualquier mamífero - un viaje de ida y vuelta de hasta 20.000 km, que abarca una extensión de hasta 55 grados de latitud1.  Su ruta de migración pasa cerca del litoral que se extiende a lo largo de las costas occidentales de México, California, Oregón, Washington, Columbia Británica y Alaska, un recorrido en el que a menudo se les puede ver desde tierra, así como desde embarcaciones.  Durante muchos años, los investigadores han considerado que el pequeño grupo de ballenas grises que se alimentan en Rusia oriental migraban hacia el sur a lo largo de la costa asiática hasta la zona histórica de invernación que se encuentra al sur de China.  Sin embargo, en los estudios de marcado mediante dispositivos satelitales y de fotoidentificación se ha observado que muchas de esas ballenas migran a través del Océano Pacífico en un recorrido de ida y vuelta a las zonas de invernación de México2,3

En los 6-7 meses que las ballenas trascurren en sus zonas de invernación, principalmente ayunan, metabolizando la grasa almacenada para obtener energía.  Pueden llegar a perder del 16% al 30% de su masa corporal durante este período antes de volver a las zonas de alimentación del verano.  Se considera que cada año, aproximadamente el 0,5% de la población oriental de ballena gris renuncian a la migración y permanecen en las zonas de alimentación cerca de las Islas Aleutianas para alimentarse1.

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Biología e ecología

Alimentación

Las ballenas grises se alimentan de una variedad de pequeños crustáceos - entre ellos las larvas de cangrejo y camarones mísidos4.  Se ha documentado que se alimentan de pequeñas almejas en bahías fangosas poco profundas, o de larvas de peces en la columna de agua, pero su presa más común son crustáceos pequeños como pulgas llamados anfípodos.  Las ballenas grises pueden alimentarse succionando o desnatando el alimento en aguas intermedias o cerca de la superficie, pero se alimentan sobre todo en el fondo, donde encuentran anfípodos de tubo y horadadores.  Las ballenas grises pueden dejar senderos o surcos excavados en el sedimento donde han estado alimentándose.  Una ballena gris puede comer hasta 1.200 kg de comida al día1.  Curiosamente, más del 90% de las ballenas equipadas con dispositivos que miden su comportamiento de buceo y orientación bajo el agua mostraron una preferencia por avanzar inclinados sobre el lado derecho mientras se alimentaban5.

Reproducción y crecimiento

Las ballenas grises tienen un sistema de apareamiento promiscuo, de forma que los machos y las hembras pueden aparearse con varias parejas distintas en la misma temporada.  El apareamiento comienza a finales de otoño durante la migración hacia el sur y continúa en las zonas de parto y cría del invierno.  Después de la concepción y un período de gestación de 11 a 13 meses, nacen las crías entre finales de diciembre y comienzos de marzo.  Madres y crías se mantienen estrechamente unidas durante 7-8 meses hasta el momento del destete.  Durante este período la cría consumirá hasta 189 litros de leche al día.  Con un contenido de grasa del 53% y 6% de proteínas, la leche de ballena gris es más rica que la de cualquier otra especie de delfín o ballena conocida.  Madres y crías permanecen cerca de la costa durante la migración hacia el norte (generalmente dentro de los 200 m. de la costa), posiblemente para evitar los ataques de orcas.  Las madres son muy protectivas, luchando a veces hasta la muerte para impedir los ataques a sus crías.

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Investigación, amenazas y estado de conservación

Es posible reconocer a las distintas ballenas grises a lo largo del tiempo a través del patrón moteado y la coloración de sus flancos por debajo de la aleta dorsal, así como por los patrones, las cicatrices y los bordes dentados de los lóbulos caudales.  Estas fotos se utilizan para seguir de cerca los desplazamientos de cada ballena a lo largo del tiempo, así como los posibles vínculos entre las zonas de alimentación y de invernación de un año al siguiente3.

El muestreo genético y la telemetría por satélite (pequeños dispositivos que, aplicados a las ballenas, envían datos sobre su posición geográfica a receptores satelitales) permiten a los investigadores hacer un seguimiento de los desplazamientos de la ballena, y han sido muy importantes para conocer las posibles conexiones entre las poblaciones occidentales y orientales de ballena gris2,6.  Se encontrará más información sobre las técnicas de investigación utilizadas para el estudio de las ballenas y los delfines clicando aquí.

Depredadores naturalesLos depredadores más frecuentes de las ballenas grises, especialmente las crías, son las orcas.  Muchas ballenas grises muestran cicatrices de mordeduras y mutilaciones producidas por orcas en sus cuerpos, particularmente en sus lóbulos caudales.  Los ataques no siempre son mortales, pero bancos de orcas atacan, matan y consumen ballenas grises periódicamente, especialmente las crías, durante la migración o también en las zonas de alimentación del verano.

Amenazas de origen humano: Como todas las ballenas y delfines, las ballenas grises son vulnerables al enredo accidental en las artes de pesca.  Las zonas de alimentación de la ballena gris occidental se encuentran también situadas directamente sobre importantes yacimientos de gas y petróleo frente a las costas de Rusia, y por tanto están causando gran preocupación los posibles efectos de la exploración y producción de petróleo y gas en la población de Sakhalin. 

Estado de conservación

Si bien las ballenas grises gozan de protección legal contra la caza comercial de ballenas desde la moratoria establecida por la Convención internacional para la reglamentación de la caza de la ballena, se permiten limitadas capturas de ballenas grises orientales para fines culturales y de subsistencia de las comunidades de aborígenes.  La mayor parte de estas capturas se realizan en Chukotka (Federación de Rusia), pero una pequeña porción del límite de capturas de la CBI se ha asignado a los Estados Unidos. 

La subpoblación de ballenas grises que se alimenta cerca de la Isla de Sakhalin y la Península de Kamchatka de Rusia en el Océano Pacífico occidental es una de las poblaciones de ballenas más reducidas del mundo.  Intensamente cazadas en la primera mitad del siglo XX, las ballenas grises occidentales están clasificadas todavía como “en peligro crítico” por la UICN.  Los efectivos de Sakhalin han aumentado lentamente de una cifra estimada de 115 animales en 2004 a 174 en 20157.  Aunque este aumento es motivo de esperanza, el reducido número de hembras reproductoras de la población, las presiones constantes derivadas de las actividades de desarrollo relacionadas con la extracción del petróleo y el gas cerca de sus principales zonas de alimentación, así como el riesgo de quedar enredadas o atrapadas en las artes de pesca en aguas de Japón1 y en otras partes de Asia, suscitan gran preocupación para la posible recuperación de la ballena gris en el Pacífico occidental.

Parece que la población oriental se está recuperando a ritmo relativamente rápido a raíz de la protección establecida contra la caza comercial de ballenas.  La población llegó a cerca de 30.000 ejemplares en 1997/98, pero luego disminuyó a 18.000 aproximadamente, como consecuencia de un evento de mortalidad masiva en 2000-2002.  El número de ballenas varadas y vivas observadas en ese período fue alarmantemente reducido, por lo que se cree que la muerte masiva se debió a la escasez de alimentos derivada posiblemente de una reducción de la productividad relacionada con el cambio climático en sus zonas de alimentación1 o la persistencia inusual de la cubierta de hielo que impedía el acceso a las principales zonas de alimentación 8.  Esta población (que generalmente se considera representativa de toda la especie) está clasificada como de “preocupación menor” en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN.

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Las ballenas grises y la observación de ballenas

Las ballenas grises constituyeron probablemente la primera especie en la que se centró la atención de las excursiones de observación de ballenas en el decenio de 1950, cuando un pescador de San Diego (California) comenzó a ofrecerse a llevar a los turistas en su barco a ver las ballenas, al precio de 1 dólar9.  Hoy en día, la especie es uno de los objetivos de las excursiones de observación de ballenas en toda la costa occidental de Canadá, Estados Unidos y México.  Denominada a menudo "la ballena amistosa" porque algunas de estas ballenas pueden mostrarse curiosas y acercarse mucho a las embarcaciones, puede ser una especie gratificante para la actividad de observación de los turistas.  Pero esta curiosidad puede exponer también a la especie a riesgo de lesiones producidas por los barcos o por impactos de hélice.  Como sucede con muchas otras especies de ballenas y delfines, se ha observado que la presencia de embarcaciones induce a las ballenas grises a cambiar la dirección de nado y otros comportamientos10 - efectos a corto plazo que pueden tener repercusiones a largo plazo.  Asimismo, como ocurre con todas las especies de cetáceos, es importante respetar algunas directrices razonables, a fin de limitar los efectos perjudiciales de la observación de ballenas en el bienestar y la supervivencia a largo plazo.

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Referencias

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  1. Jones, M. L. & Swartz, S. in Encyclopedia of Marine Mammals   (eds W. Perrin, B. Wursig, & J.G.M. Thewissen)  503-511 (Elsevier, 2009).
  2. Mate, B. R. et al. Critically endangered western gray whales migrate to the eastern North Pacific. Biology Letters 11, doi:10.1098/rsbl.2015.0071 (2015).
  3. Weller, D. W. et al. Movements of gray whales between the western and eastern North Pacific. Endangered Species Research 18, 193-199 (2012).
  4. Dunham, J. S. & Duffus, D. A. Foraging patterns of gray whales in central Clayoquot Sound, British Columbia, Canada Marine Ecology Progress Series 223, 299-310 (2001).
  5. Woodward, B. L. & Winn, J. P. Apparent Lateralized behaviour in Gray Whales feeding off the Central British Columbia coast. Marine Mammal Science 22, 64-73 (2006).
  6. LeDuc, R. G. et al. Genetic differences between western and eastern North Pacific gray whales (Eschrichtius robustus). Journal of Cetacean Research and Management 4, 1-5 (2002).
  7. Cooke, J. G. et al. Updated population assessment of the Sakhalin gray whale aggregation based on the Russia-US photoidentification study at Piltun, Sakhalin, 1994-2014. 11 (Western Gray Whale Advisory Panel Doc. WGWAP/16/17, 2015).
  8. Perryman, W. L., Donahue, M. A., Perkins, P. C. & Reilly, S. B. Gray whale calf production 1994-2000: Are observed fluctuations related to changes in seasonal ice cover? Marine Mammal Science 18, 121-144 (2002).
  9. Hoyt, E. Whale Watching 2001: Worldwide tourism numbers, expenditures and expanding socioeconomic benefits. 1-256 (International Fund For Animal Welfare, London, 2001).
  10. Heckel, G., Reilly, S. B., Sumich, J. L. & Espejel, I. The influence of whalewatching on the behaviour of migrating gray whales (Eschrictius robustus) in Todos Santos Bay and surrounding waters, Baja California, Mexico. Journal of Cetacean Research and Management 3, 227-238 (2001).

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