Alcance de las actividades de observación* de ballenas y delfines
En enero de 1972, el Gobierno Mexicano creó la primera área marina protegida (AMP), concretamente para proteger a los cetáceos: Laguna Ojo de Liebre (Scammon's Lagoon). La observación de ballenas se había comenzado precisamente aquí y se iniciaron viajes de larga distancia desde San Diego frecuentados por norteamericanos para ir a ver ballenas grises en sus lagunas de apareamiento y parto. Inicialmente, la protección de las ballenas grises y las lagunas fue solo superficial - sobre el papel. Sin embargo, en 1979 y 1980 se procedió a la protección de las lagunas cercanas de San Ignacio y de Guerrero Negro y, en 1988, todo el complejo lagunar fue designado oficialmente Reserva de Biosfera El Vizcaíno. En 1993, fue declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Los primeros viajes se realizaron en el decenio de 1970. Los turistas estadounidenses viajaban desde San Diego en cruceros independientes de 7-10 días hasta las lagunas de la costa de Baja California1. Los mexicanos no ganaban nada con estos viajes, pero estos cruceros pioneros sirvieron al menos para mostrar que existía un mercado de observación o avistamiento de ballenas en México, y contribuyeron a impulsar el turismo de observación de ballenas difundiéndola por transmisión de boca en boca. A finales del decenio de 1980 una de las compañías estadounidenses empezó a alquilar embarcaciones mexicanas locales para transportar turistas a las lagunas; al mismo tiempo, comenzaron a llegar turistas por tierra y a alquilar embarcaciones en el lugar. En 1991, en parte como contrapartida de la prohibición de la pesca en la laguna durante la temporada turística, a los pescadores del lugar se concedió el único permiso de trabajar como conductores de esquifes en la laguna. Las empresas y buques de cruceros forasteros tuvieron que contratar pangas y sus conductores. Desde finales de los años ochenta, los mexicanos comenzaron a beneficiarse más directamente de las actividades de observación de ballenas, ofreciendo excursiones turísticas con sus propias embarcaciones a turistas que llegaban por tierra, mar y aire. En las dos últimas décadas, la industria ha crecido y se ha diversificado, ampliando su área de actividad de las lagunas inicialmente consideradas como destino a la Baja California meridional y oriental y la costa continental, especialmente en los alrededores de Puerto Vallarta.
México es ahora uno de los diez principales destinos turísticos del mundo, y el elevado volumen del turismo internacional ha hecho que México sea actualmente el más popular destino de observación de ballenas fuera de los Estados Unidos2.
Especies objetivo, períodos del año de máxima afluencia y lugares:
Se ha documentado la presencia de más de 33 especies de cetáceos en las aguas del Pacífico mexicano, entre ellas tres de las especies migratorias más atractivas para la observación de ballenas: la ballena gris frente a la costa occidental de la península de Baja California; la ballena jorobada a lo largo de la costa meridional de la península de Baja California y la costa continental; y la ballena azul a lo largo de la costa occidental de la península de Baja California y del Golfo de California.
* Nota: En los países hispanohablantes la expresión “whale watching” se traduce como “observación de ballenas” o como “avistamiento de ballenas”. En el presente documento se utilizará “observación de ballenas” para mantener la coherencia con el uso en la CBI.