La extensa costa del Pacífico de Chile, que se extiende por más de 4.000 km y presenta un paisaje verdaderamente remoto y virgen, constituye un telón de fondo espectacular para la observación de ballenas y delfines. El ecosistema marino de la corriente de Humboldt, que determina el afloramiento de agua fría y rica de nutrientes, proporciona la base para una abundante y diversa variedad de especies de ballenas y delfines desde la frontera septentrional del país hasta la Patagonia chilena. La costa desde la Patagonia hasta el extremo meridional subpolar de Chile se caracteriza por una red de islas, fiordos y canales alimentados por agua dulce que fluye de los Andes. Estos ricos y variados hábitats permiten a Chile albergar en sus aguas casi el 40% de las especies de ballenas y delfines del mundo. Es posible observar varias especies de ballenas barbadas cerca de la costa mientras migran entre las zonas de reproducción más cálidas del norte y las zonas de alimentación ricas de la Antártida. Las aguas del país albergan también poblaciones residentes de delfines, entre ellos delfines australes y toninas overas, delfines mulares, marsopas negras y delfines chilenos endémicos. La actividad comercial de observación de ballenas se inició en la década de 1990 y ha venido ganando popularidad con el tiempo1.
Especies objetivo, períodos del año de máxima afluencia y lugares de observación:
La mayor parte de las actividades de observación de ballenas en Chile se llevan a cabo durante los meses del verano austral, entre diciembre y marzo o abril, aunque en Arica, el lugar más al norte de Chile, es posible realizar excursiones durante todo el año.
En los viajes que parten de La Serena o Chañaral de Aceituno, en la costa del desierto de Atacama, se combinan a menudo la observación de la fauna silvestre del desierto con viajes de observación de pingüinos, ballenas y delfines. En las excursiones en barco que parten de Punta Choros se visitan las Islas Damas y Choros, mientras que en las que parten de Chañaral de Aceituno se visita la Isla Chañaral. En este lugar es posible ver rorcuales comunes y delfines mulares casi todo el año, mientras que los delfines de Risso y las ballenas jorobadas y ballenas azules es más probable encontrarlos entre diciembre y marzo.
Otra zona conocida para la observación de ballenas es el Archipiélago de Chiloé. Las islas de este archipiélago brindan buenas oportunidades para la observación de ballenas desde la costa, junto con viajes en bote alrededor de Puñihuil, así como la isla Melinka, donde el Golfo del Corcovado ofrece algunas de las mejores oportunidades de observación de ballenas azules en cualquier parte del mundo.
Más al sur, las excursiones de un día que parten de Punta Arenas pueden llevar a los turistas al Parque Marino Francisco Colaone para ver varias especies de delfines, así como ballenas jorobadas, en la vasta red de canales y fiordos de la zona. Punta Arenas, cerca del extremo sur de Chile, es también el punto de partida de muchos cruceros vacacionales del Estrecho de Magallanes y de la Antártida, donde se pueden observar varias especies de ballenas en sus áreas de alimentación durante el verano austral (ver el estudio de caso sobre la Antártida para más detalles).