Historia y contexto
En 2002, las partes interesadas ciudadanas, la Administración del Océano y la Atmósfera de los Estados Unidos (NOAA por sus siglas en inglés), el Departamento de Pesca y Océanos del Canadá (DFO por sus siglas en inglés) y el Acuario de Vancouver unieron sus fuerzas para rescatar, rehabilitar y devolver una orca huérfana llamada Springer a su manada silvestre nativa en Puget Sound. Esta operación arriesgada tuvo mayor éxito de lo que casi nadie podía haber esperado, con Springer reunido satisfactoriamente con su manada nativa y produciendo ahora crías sanas por sí misma. La experiencia ha creado un vínculo entre las personas y las organizaciones que participaron en este rescate, entre ellas la parte interesada ciudadana Donna Sandstrom.
Mientras Springer prosperaba, la población de orcas meridionales residentes comenzó a experimentar una reducción precipitada, hasta el punto que fue declarada en peligro en 2005. Alarmada por su difícil situación, e inspirada por el éxito con Springer, Donna Sandstrom dejó su carrera de desarrollo de software para dedicarse a un programa centrado en la sensibilización del público acerca de las orcas y otros mamíferos marinos meridionales residentes.
La inspiración del programa nació durante la infancia de Donna en California, donde una serie de campanas de la misión situadas a lo largo de la Autopista Uno recuerdan a los viajeros la importancia histórica de la autopista. ¿Y si se estableciera una análoga serie de signos útiles para educar a la población sobre las orcas, e indicar dónde poder observarlas desde tierra? En 2008, la Sra. Sandstrom coordinó la primera reunión para convertir esta idea en realidad, reuniendo a muchos asociados en el rescate de Springer, e invitando a nuevos asociados a unirse en el esfuerzo por crear la Ruta ballenera. Los miembros fundadores fueron: la NOAA, el Departamento de Pesca y Fauna Silvestre de Washington, People for Puget Sound (la población en favor de Puget Sound), el Acuario de Seattle, y el Museo de la Ballena. Los miembros asociados acordaron centrar la atención en cuatro objetivos principales:
- fomentar la sensibilización acerca de que las aguas del Pacífico noroccidental son el hogar de orcas y otras especies.
- relacionar a los visitantes con las orcas, otros animales silvestres marinos y su hábitat;
- inspirar la labor de vigilancia y construir la comunidad; y
- promover la observación de ballenas desde tierra.
seleccionaron 16 sitios inaugurales, crearon un sitio web, diseñaron y produjeron los primeros signos que se instalarían en los sitios de observación de ballenas desde tierra que habían seleccionado. Los primeros signos se instalaron en 2010, a lo largo del Estrecho de Juan de Fuca. En los años siguientes, los signos se instalaron en todos los ferrys del Estado de Washington, por todo el Mar de Salish, y a lo largo de la costa del Pacífico. En 2014, a través de la asociación con los santuarios marinos nacionales, la región de la costa occidental, el proyecto se extendió a California, añadiendo signos en Monterrey, Santa Cruz y Punta Reyes. En 2015 el equipo se asoció con la Red de observación de cetáceos de Columbia Británica para añadir sitios y signos a lo largo de esta provincia, y con un equipo de Oregón para añadir sitios allí.
El objetivo fundacional de la Ruta ballenera era añadir sitios y signos a lo largo del área de distribución de las orcas meridionales residentes. Desde que el proyecto se amplió fuera de dicha área de distribución, la Ruta ballenera tiene el nuevo objetivo de ampliar el proyecto desde Baja California hasta Alaska, a lo largo de la ruta migratoria de la ballena gris. Actualmente son más de 90 los sitios de la Ruta ballenera, que se extienden de la costa occidental de California a Columbia Británica. A través de los actuales sitios y signos, incluidos dos en cada ferry del Estado de Washington, el proyecto alcanza a más de 90 millones de personas cada año.