Colombia

Alcance de las actividades de observación de ballenas y delfines 

Con costas bañadas por el Océano Pacífico y el Mar del Caribe, Colombia alberga 33 diferentes especies de ballenas y delfines¹.  Esta diversidad comprende dos especies de delfines de río que se encuentran en los sistemas fluviales del río Amazonas y el río Orinoco, y ofrece oportunidades únicas para la observación de delfines de agua dulce².  En 2006, un número estimado de 35.000 personas participaban en la observación de delfines o ballenas en Colombia³, un número que ciertamente ha venido aumentando a lo largo de los años.

Especies objetivo, períodos del año de máxima afluencia y lugares de observación:

La observación de ballenas y delfines está bien establecida en las siguientes tres ciudades costeras del Pacífico: Nuquí, Bahía de Málaga y Gorgona.  La observación de las dos especies de delfines fluviales que se encuentran en Colombia, el delfín rosado y el delfín Tucuxi, tiene lugar en aguas continentales, en Puerto Gatián y Puerto Carreño.  La observación de delfines se lleva a cabo de forma más oportunista en la costa caribeña de Colombia, y hay mayor potencial de desarrollo de esta industria en el Golfo de Urabá, Cispatá, Bocas de Ceniza, Tayrona y Dibulla, así como frente a las costas de las islas caribeñas de San Andrés y Providencia.  

Otras especies, como las ballenas de Bryde, delfines comunes, delfines manchados y calderones comunes son objeto de observación menos regularmente, pero pueden verse también durante las excursiones dedicadas principalmente a las ballenas jorobadas o los delfines mulares.

• Colombia Travel: http://www.colombia.travel/es/que-hacer/naturaleza/avistamiento-de-ballenas Whale and dolphin watching.com
• Mapa de biodiversidad marina de Geovisor Colombiano http://buritaca.invemar.org.co/geovisorsiam/

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Reglamentos y directrices

En 1995 se establecieron normas para la observación de ballenas en el Parque Marino de Gorgona en torno a la isla de Gorgona, en la costa del Pacífico de Colombia (Capítulo VI, artículo 17, 1995), y en 2001 se estableció una ley para reglamentar la observación de ballenas en la costa del Pacífico de Colombia (Directiva Permanente 001 de julio de 2001.  Dirección General Marítima -DIMAR).  Ambas reglamentaciones contienen especificaciones relativas a distancias y velocidades de acercamiento y de comportamiento de las embarcaciones y los nadadores en torno a las ballenas

En 2017 Colombia publicó su primera guía general sobre la observación responsable de mamíferos acuáticos.  Este documento ha sido el fruto de un esfuerzo de colaboración entre el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, la Dirección de Asuntos Marinos Costeros y Recursos Acuáticos, y varios expertos de organizaciones de investigación y conservación.  Ilustrado con mapas, diagramas de acercamiento y fotos de especies de mamíferos marinos, en el documento se explica el marco jurídico establecido en la Directiva anterior, y se proporcionan explicaciones más detalladas de la necesidad de directrices de acercamiento y otros aspectos de los responsables de la observación de ballenas.

En él se proporciona un resumen para el contexto de la observación de ballenas a nivel mundial, regional y nacional de Colombia, se exponen las razones que justifican la elaboración de una normativa clara para proteger a las ballenas y los delfines de los posibles efectos perjudiciales del turismo, y se establecen una serie de directrices para la observación de ballenas desde embarcaciones.  Entre las medidas cabe señalar las siguientes:

• El requisito de que todas las embarcaciones de observación de ballenas satisfagan las normas de seguridad de la Dirección General Marítima (Dirección General Marítima - DIMAR) y que las embarcaciones no excedan nunca su capacidad de pasajeros;
• El requisito de disponer a bordo de una guía capacitada y autorizada, dotada de conocimientos adecuados de los mamíferos marinos y los ecosistemas marinos;
• Las distancias mínimas de acercamiento, que difieren para las ballenas y los delfines.
• Las velocidades y direcciones de acercamiento (ilustradas en los diagramas que figuran a continuación);
• La prohibición de inducir a las ballenas o los delfines a agruparse hacia la orilla.
• La recomendación de no acercarse a las madres con sus crías, de no separar a los grupos, o de evitar hacer ruidos innecesarios durante los encuentros.
• La recomendación de no entrar en el agua con los animales;
• La sugerencia de no permitir encuentros con ballenas que superen los 30 minutos, y limitar la duración de los encuentros a 15 minutos si hay otras embarcaciones que están esperando;
• La sugerencia de que todas las embarcaciones que realizan actividades comerciales de observación de ballenas estén autorizadas y enarbolen una bandera amarilla para identificarlas como barcos de turismo, mientras que las embarcaciones de investigación se identificarán con una bandera roja.

El documento contiene también directrices propuestas para la observación aérea de ballenas, estipulando una altitud mínima de 300 m por encima de las ballenas, y un radio de 300 m en torno de las ballenas (para evitar que se vuele directamente hacia las ballenas o encima de ellas).

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La investigacion sobre la observación de ballenas en Colombia

En un estudio de observación de ballenas realizado durante la temporada de 2008 en Bahía Málaga, en la costa colombiana del Pacífico, se observó que el 44% de las ballena jorobadas avistadas en la zona, fueron objeto de observación desde embarcaciones que se habían acercado a las mismas, y que la mayoría de estos acercamientos no cumplía con las directrices colombianas para la observación de ballenas.  La mayoría de las embarcaciones se había acercado demasiado, y el 94% de las mismas se había acercado a velocidad excesiva (>3 nudos).  El 78,6% de tales embarcaciones se había acercado a madres con crías, y la duración de los encuentros había superado con frecuencia el límite de los 30 minutos.  En respuesta a la presencia de embarcaciones, las ballenas emergían y soplaban con menor frecuencia, se desplazaban más rápidamente y de manera irregular, saltaban más, y descansaban menos⁴.  En otro estudio realizado en el Golfo de Tribugá se observó que incluso después de la celebración de seminarios destinados a mejorar los conocimientos y la comprensión de la biología y el comportamiento de las ballenas jorobadas de los operadores turísticos y las guías, su cumplimiento de la normativa era baja, y continuaban acercándose a las ballenas demasiado rápidamente y a distancia demasiado cercana, provocando un aumento del comportamiento de la actividad en superficie de las ballenas⁵.  En ambos estudios se recomendó que se continuara manteniendo una atenta supervisión de la industria de observación de ballenas en Colombia para evitar efectos perjudiciales a largo plazo para las ballenas.  Se espera que las nuevas directrices de 2017 sean bien aceptadas y aplicadas satisfactoriamente.

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