Historia y contexto
La laguna de Chilika es una masa de agua salobre casi totalmente cerrada, situada en la costa oriental de la India, en el estado de Odisha (anteriormente Orissa, véase el mapa). Es la mayor área de invernación para las aves acuáticas migratorias en el subcontinente indio, así como un vivero productivo para muchas especies de peces de importancia comercial. Como tal, ha sido reconocida como sitio RAMSAR desde 1981. Además de respaldar los medios de vida de cerca de 200.000 pescadores en 150 aldeas circundantes1, la laguna es conocida por su belleza natural, las aves y los templos importantes que hay en la laguna y alrededor de ella. Pero es conocida también por sus delfines del río Irrawaddy, una de las poblaciones bien documentadas de la India. Según las estimaciones, esta población constaba de 95-112 ejemplares entre 2003 y 20052 y, al parecer, las cifras poblacionales se han mantenido más o menos estables desde entonces, aunque se considera que cada año3 muere un 7% de la población, principalmente debido al enredo en las redes de pesca4. Años de estudio han mostrado que los delfines se encuentran confinados en la laguna, no observándose ningún desplazamiento hacia dentro o hacia fuera de la laguna, y la población de especies del Irrawaddy más cercana documentada se encuentra a más de 100km al noreste en la región de Bhadrak5 y en el Parque Nacional de Bhitarkanika.
La práctica de la observación de delfines en la laguna de Chilika se inició en 1989, creciendo constantemente hasta alcanzar la participación de unos 150.000 turistas por año en 2010/11. El turismo que visita la laguna y los alrededores está organizado por aproximadamente seis agencias que compiten entre sí (algunas comienzan y quedan luego rápidamente excluidas del mercado), que reclutan pescadores y embarcaciones de pesca, para organizar excursiones en barcos y para llevar a los turistas a ver delfines y otros lugares turísticos de Chilika. Estos pescadores adaptan sus esquifes de pesca de cubierta abierta para fines turísticos, equipándolos con toldos de lona. Las excursiones en barco en la laguna pueden comprender una variedad de componentes diferentes, pero la mayoría incluyen un elemento de observación de delfines, especialmente en el área situada en <50 km2 del canal exterior de la laguna, donde las probabilidades de éxito de localizar y ver delfines son cercanas al 100%3. Los honorarios que pagan los turistas son muy bajos, 2-3 USD por persona6, y se dividen entre el propietario del barco (80%), los conductores de barcos (jóvenes) subcontratados (9%) y la agencia que ha reservado los viajes (11%) (aunque estos porcentajes pueden variar en función del operador turístico/agencia). Cuando se venden paquetes turísticos fuera de la región de Chilika, se llega a emplear hasta el 60% del dinero recaudado para pagar al taxista que transporta a los turistas hasta el embarcadero donde se embarcan para la excursión en barco.
Las comunidades locales acogen estas excursiones muy favorablemente, debido a que generan también ingresos para población de las aldeas, al crecer las actividades de los comederos tradicionales y los pequeños puestos de venta de aperitivos envasados y bebidas frías. La participación en esta industria ha generado la autoestima, como queda ejemplificado en el siguiente comentario de una entrevista con un anciano en una de las aldeas (citado de Sutaria, 20093): "Hija mía, yo me he dedicado a la pesca aquí, en Chilika, por más de 50 años, y la pesca será siempre la actividad principal, pero siento que recibo mayor respeto y reconocimiento de la interacción con los turistas, cosa que aprecio, porque nadie nos respeta como pescadores".
Sin embargo, para 2009, fue creciendo la preocupación de que la expansión del turismo de observación en dicha área podría estar creando una presión insostenible sobre los delfines. En los meses de máxima afluencia de turismo, de octubre a enero, se realizaban más de 2.000 excursiones en barco por mes, organizadas por una sola de las dos agencias locales de turismo que operaban en esa época3. Para 2010-2011 participaban más de 900 embarcaciones en el marco de cuatro distintas agencias7. Las observaciones efectuadas en el canal exterior donde se concentraban los delfines revelaron un flujo continuo de embarcaciones de turismo durante todo el día, con solo un breve descanso a la hora del almuerzo (1pm-3pm). El número de embarcaciones alrededor de un grupo de delfines variaba de una a al menos siete barcos en un momento cualquiera3.
Las casi 450 entrevistas realizadas en 51 aldeas situadas en torno a la laguna revelaron que los pescadores/aldeanos del lugar reconocían que en general el ruido de motores, las hélices y la "falta de espacio" eran las principales causas de perturbación y una amenaza para los delfines del Irrawaddy, pero deseaban al mismo tiempo que continuara la observación de delfines, como fuente importante de ingresos para las aldeas locales3. De hecho, en un estudio publicado en 2016, se estimó que los gastos totales relacionados con los delfines en la economía de Chilika ascendían a aproximadamente 1.400 millones de USD anuales6.