Historia y contexto
El Estudio de cetáceos de la Isla de Mingan (MICS por su sigla en inglés) se fundó en 1979, y en 2018 se entrará en su 40ª temporada de campo en el Golfo de San Lorenzo. El proyecto se centra en las especies de ballenas barbadas, tales como las ballenas azul y el rorcual común, y utiliza la fotoidentificación, el marcado por satélite, el muestreo genético y otros métodos para realizar estimaciones del número de ejemplares de la población, así como las tasas de supervivencia, y para determinar la distribución espacio-temporal y el uso del hábitat1-5. Los conjuntos de datos a largo plazo únicos generados por el proyecto están permitiendo al equipo de investigadores seguir de cerca los parámetros poblacionales a lo largo del tiempo y detectar tendencias importantes1,2. El proyecto ha documentado también un cambio preocupante en cuanto a los tiempos de llegada de las ballenas a esta importante zona de alimentación, un indicio de que el cambio climático está afectando a las migraciones de ballenas y a sus presas3. Esta importante información se ha publicado en revistas científicas y compartido con otros organismos que se ocupan de la gestión y conservación de las ballenas.Desde su creación hace casi 40 años, en el proyecto se ha incluido también un componente de divulgación que tenía por objeto educar al público en general y contribuir así a la conservación y la protección de las ballenas. El proyecto administra el museo y la tienda de regalos en Longue-Pointe-de-Mingan, que acoge a unos 2000 visitantes cada año, así como un programa de adopción de ballenas que permite a las personas adoptar una ballena y recibir fotos, información y actualizaciones respecto de la ballena elegida. Uno de sus programas de divulgación más característicos gira en torno a la organización de sesiones de investigación residencial de una o dos semanas de duración abiertas al público. Estas Aventuras de investigación sobre las ballenas ofrecen a los participantes la oportunidad de convertirse en "aprendices" de investigación y de unirse al equipo de investigación y aprender acerca de las diferentes técnicas empleadas por los biólogos que estudian los cetáceos. A través de estos programas los turistas obtienen amplios conocimientos de los cetáceos y de las técnicas de investigación, y contribuyen al mismo tiempo a financiar los trabajos del proyecto. En el proyecto se indica claramente que una tercera parte de las cuotas de los participantes se destina como contribución financiera para el funcionamiento de la estación de investigación y sus proyectos de conservación.
Cada año se ofrecen de dos o tres programas que acogen entre 25 y 50 participantes en distintos lugares. El programa principal se lleva a cabo en la sede de la estación de investigación en la región de las islas de Mingan, mientras que el otro es móvil de un año para otro, en función de la distribución de ballenas azules a finales del verano. Los participantes conocen bien las condiciones de la experiencia: 6-10 días en botes pequeños (si el clima lo permite), combinados con días en tierra para la elaboración de los datos recopilados, y comparación de las fotografías de las ballenas con las del catálogo existente, y otras tareas relacionadas con la investigación.